
Basta asomarse a los medios de comunicación españoles para percatarse de que viven en un mundo paralelo destinado no a informar a los ciudadanos sino a manipularlos y poner en circulación y valor determinadas ideologías y paquetes propagandísticos que nada tienen que ver con la realidad y sí con el mantenimiento de ciertas perspectivas anómalas, perjudiciales para España y claramente antiespañolas como la monarquía liberal parlamentaria y las oligarquías que llevan desde 1833 beneficiándose de su existencia.
Ahora que a los medios les ha dado por llorar la muerte de una nonagenaria perteneciente a la Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha (lo de Windsor se lo pusieron durante la I Guerra Mundial para no parecer tan alemanes a ojos de los ingleses y disimular su parentesco con el Káiser) quizá sería adecuado recordar que los ingleses fueron los principales enemigos de España durante siglos, que ellos son los que todavía hoy más contribuyen a expandir y consolidar la Leyenda Negra y que, además de ser los principales responsables de la pérdida de la España de Ultramar, todavía no nos han devuelto (ni nosotros podido reconquistar) Gibraltar.
De paso, y esto es aún más importante, deberíamos recordar que la pérdida de Gibraltar se debió a la ambición de la casa francesa de Borbón y la pérdida de la España de Ultramar es responsabilidad de la incompetencia y falta de patriotismo de esos mismos Borbones que a partir de 1833 se hicieron liberales y probritánicos (hasta el punto de que tenemos a la heredera al trono empapándose de cultura anglosajona en un internado guiri) bajo el señuelo de la corrupción y como símbolo de la decadencia nacional a la que condujeron a España.
Dicen que Felipe VI se dirigía a la difunta Isabel II como “Tía Lilibeth” en parte porque su madre y Felipe de Edimburgo pertenecían a la Casa de Glücksburg, una rama alemana de la dinastía danesa de Oldemburgo y en parte porque desciende de Alfonso XIII y una inlgesa-alemana: Victoria Eugenia de Battemberg (familia que acabaría anglificando su nombre como Mountbatten y surgió de un escándalo de 1851 cuando el hermano del príncipe de Hesse-Darmstadt se fugó con Julia Von Hauke, dama de compañía de su hermana, zarina de Rusia, y contrajo matrimonio morganático con ella, de tal modo que el matrimonio de Alfonso XIII con Victoria de Battemberg supuso un reconocimiento púbico e internacional de la decadencia de España y la falta de lustre de los Borbones españoles en el concierto internacional, un signo de decadencia, debilidad e indignidad) y ello ya nos debe poner en guardia frente a nuestros “españolísimos” monarcas (Alfonso XII fue cadete de la academia militar inglesa de Sandhurst…)
Que los poderes fácticos españoles, y en especial algunas facciones que representan a la oligarquía corrupta e incompetente que se apuntó al carro del liberalismo y la anglofilia a partir de 1833, con Cristina de Borbón-Dos Sicilias y el duque de Riánsares, vendiendo a España y su futuro hasta nuestros días, se ocupen de la muerte de Isabel II como lo están haciendo, además de un signo de pura traición a España, es síntoma de la necesidad que tenemos, si deseamos retomar un futuro de crecimiento y grandeza nacional, de sacudirnos ambos yugos: el de dichas oligarquías vendepatrias y el de los Borbones anglicanizados y corruptos que se sustentan en ellas.
Ese es el camino.
© Fernando Busto de la Vega.