
Llevo meses quemándome las pestañas en libracos endiablados para conseguir aprender algo de las nuevas doctrinas militares de los Estados Unidos. Es preciso conocer estas cosas para comprender el presente y el futuro.
En principio, el asunto puede parecer emocionante y, cuando uno se adentra en toda esa jerga grandilocuente y pretenciosa de los analistas gringos (guerra mosaico, guerra multidominio, guerra en enjambre…) parece que se mueve en un horizonte nuevo de ultratecnología aplicada e ideas rompedoras. No obstante, una vez desmontada la parafernalia lingüística esparcida por los autores a guisa de cortina de humo para justificarse ante quienes les pagan como distinguidos especialistas e intelectuales, las nueces defraudan en comparación con el ruido.
Resumiendo mucho, podemos decir que los analistas estadounidenses, después de veinte años de análisis y cotorreo han descubierto a los Bersaglieri de La Marmora ( y, sobre todo, de Garibaldi), que, por otra parte, no son otra cosa que una copia de los voltigeurs napoleónicos, o, para mejor decir, la batalla de Esfacteria.
Esfacteria fue una batalla que tuvo lugar en el 425 a.d. C. en la isla de ese nombre y en la que los hoplitas espartanos (infantería pesada de orden cerrado) fueron derrotados por los peltastas mesenios (infantería ligera que luchaba en orden abierto) al servicio de los atenienses, lo que no dejó de significar una enorme humillación porque muchos de estos peltastas eran antiguos ilotas, esclavos de los espartanos, huidos y alistados en las filas atenienses.
Mientras sostuvo la hegemonía en el orden cerrado y el poder de las grandes plataformas de combate y de maniobra, Estados Unidos peleó como todos los imperios de la Historia: privilegiando el orden cerrado sobre el abierto. En las guerras asimétricas eran los otros quienes debían recurrir al orden abierto y las estrategias guerrilleras (desde los siux en el siglo XIX hasta los vietnamitas en el XX y los yihadistas en el XXI). En el fondo no eran sino la transliteración de las guerras coloniales al espejismo militar e imperialista yanqui.
Ahora eso ha cambiado. Rusia, China e incluso Irán amenazan con igualar la capacidad de los Estados Unidos en el orden cerrado y los gringos intentan pasarse al orden abierto para sobrevivir en combate. Nada nuevo.
Lo nuevo es que intentan hacerlo poniendo en el escenario de combate enjambres de pequeñas plataformas de combate (drones, robots…) interconectados y operados en tiempo real por una inteligencia artificial que permita tomar decisiones autónomas a los diferentes comandantes que estructuren el campo de batalla. Se trata de una táctica audaz, y que puede resultar revolucionaria…si no sucumbe a la cacofonía. Muchas voces y muchas líneas de acción entremezcladas en un combate pueden conducir a una Babel catastrófica. Veremos.
Eso sí: nosotros, siempre a la vanguardia, estamos comprando tanques, caza-bombarderos y grandes barcos de guerra, esa es nuestra línea de aprovisionamiento. En otras palabras: llevamos veinte años de retraso.
Y, por cierto: eso de fundar el Ejército del Espacio…¿Es solo una etiqueta o España está tomando medidas efectivas para implementarlo? Personalmente pienso que lo primero. Es triste.
©Fernando Busto de la Vega.