Category Archives: espiritualidad

LA DEFENSA DE DOÑANA

No debemos engañarnos: la victoria electoral del PP y Vox el 28 de mayo de 2023 es el triunfo de lo más casposo, egoísta, antipatriótico y despreciable de la hez social creada por los regímenes liberales en España.

A partir de ahora hay barra libre para el egoísmo, la especulación, el paletismo, la explotación y la concepción de la naturaleza como simple bien económico. Los señoritos y sus adláteres de boina calada han ganado y lo vamos a pagar muy caro.

Mucha gente se va a ver en la calle por la especulación inmobiliaria llevada a cabo por paletos que vendieron sus campos para comprar pisos y solo tienen la perspectiva del lucro exorbitado e inmediato, la inflación va a repuntar por la avaricia irresponsable de productores acostumbrados a exaltar la bandera y a no respetar al pueblo y la nación, los sueldos de muchos se reducirán y sus horarios y condiciones de trabajo se endurecerán por culpa de la avaricia y el inhumano afán de explotación de centenares de pequeños empresarios amparados por los excesos de los grandes. Lobos y otras especies amenazadas de extinción serán pasto de la mentalidad arcaica de los lameluzos que siguen pensando en términos de “alimañas” y patrimonialidad del entorno natural.

Los humedales, sin excepción, se verán esquilmados definitivamente para la explotación extemporánea de urbanizaciones y campos de golf en la perpetuación de un modelo de desarrollo insostenible y que ya estaba anticuado en 1980, aunque se repite, y se repite y se repite…la oligarquía parasitaria y cleptocrática española reincide siempre en el mismo sistema, incapaz de evolucionar por mucho que envíe a sus vástagos a carísimas (e ineficaces) universidades privadas anglosajonas.

En resumen: Doñana está en máximo peligro y lo van a desecar y destruir los señoritos triunfantes de la derecha casposa aglutinada bajo las siglas del PP y VOX. No podemos permitirlo. No se trata de un asunto ideológico (guste o no fueron activistas franquistas los que más hicieron por salvar Doñana ante la impotencia y el desinterés de la izquierda) sino de respeto a la Naturaleza, los Dioses, el Pueblo y la Nación (que incluye la responsabilidad medioambiental y la conservación de un ecosistema saludable como parte de su concepto).

La última batalla ha comenzado el 28 de mayo de 2023…hay que unirse para derrotar la estulticia y la culpable y destructiva avaricia de los señoritos andaluces respaldados por las urnas. La democracia no pasa por los comicios sino por la acción social responsable y valiente. ¡A las barricadas por la defensa de Doñana y el resto de humedales!

© Fernando Busto de la Vega.

LA LENGUA DEL DALAI LAMA

No ha pasado nada porque el Dalai Lama ha pedido perdón y ya sabemos que en este mundo regido por las normas de la hipocresía protestante anglosajona con pedir perdón basta para anular las consecuencias, intenciones y catadura moral de nuestros actos. Es aquello que también intentó el Emérito de: “lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a pasar”….curiosamente solo se pide perdón cuando te han pillado, de modo que el asunto del arrepentimiento…

Pero no quiero ir por ahí. La reflexión que me ocupa es otra.

Supongo que el lector ya sabrá de lo que hablo: ese desagradable incidente en el que el Dalai Lama pretendió hacer lengüecitas, digámoslo así, con un niño. ¡Y en una ceremonia pública!

Bien…no seré yo el que se escandalice. Solo quiero poner de manifiesto un hecho palpable: cuando un niño se acerca a un monje o sacerdote de cualquier religión vigente existen muchas posibilidades de que le pidan que chupe algo…o que se agache y mire al sagrario…

Es este un aspecto mistérico del ámbito espiritual sobre el que, creo, deberíamos meditar profundamente…en la posición del loto, con los ojos abiertos y los labios muy apretados.

En fin…yo seguiré reflexionando profundamente sobra las lenguas y su utilidad espiritual…no molesten.

© Fernando Busto de la Vega.

LA MUERTE DE UN LEÓN (Y SU VIDA)

El mundo está así: existen determinados leones en África cuya muerte se publicita y llegamos a conocer conmoviéndonos con ella sin que los millares de muertes evitables de humanos de ese mismo continente nos importen lo más mínimo. Esa es nuestra naturaleza y no voy a deplorar lo que todos deploramos. Prefiero filosofar en positivo.

La noticia difundida por diferentes medios indica que Bob Junior, conocido como el Rey del Serengueti, ha sido asesinado, tras siete años de dominio, por tres jóvenes leones advenedizos aliados contra él, que ya era viejo.

Ese es el fin de todos nosotros: tarde o temprano la enfermedad o los enemigos acabarán con nosotros. Moriremos y acabaremos siendo cadáveres olvidados y pútridos en cualquier campo o en cualquier fosa sin que ya nadie nos recuerde. Sic transit gloria mundi. Lo sabemos. Pero en la vida y la muerte de Bob Junior tenemos todos una gran enseñanza y, especialmente, los adocenados y degenerados occidentales.

El poder, el triunfo y la gloria son pasajeros, nuestro fin es el desastre y el olvido, pero no valemos nada si no tenemos el valor y la audacia de luchar y vencer, de alcanzar nuestras metas, que deben ser altas, grandes y loables convirtiéndonos en reyes, en conquistadores. Al cabo es menester saber marchar con altivez y dignidad, combatiendo a ser posible contra nuestros enemigos.

El ansia de gloria y de triunfo y el valor para mantener el orden que establezcamos y morir en combate cuando llegue el momento son valores fundamentales de la ética verdadera. Las religiones abrahámicas imponen la sumisión a un dios, el dogma y la humildad como valores básicos de la vida. Las dhármicas la resignación y el abandono del mundo. Yo soy pagano, seguidor de Zeus-Ahura Mazda y todos los dioses y diosas que apoyan a los fuertes, a los héroes, a los valientes que buscan la propia deificación con actos grandes y las virtudes firmes de la areté al servicio del Recto Orden. Para mí la muerte en combate contra tres jóvenes advenedizos del rey Bob Junior es honorable, deseable y le abrirá sin duda las puertas del Elíseo.

Desgraciadamente no existen hombres a mi alrededor, en Occidente, a los que pueda respetar del mismo modo que a este león y eso nos conducirá a la extinción.

© Fernando Busto de la Vega.

ELOGIO DEL LIBERTINAJE (Y DEL HEROISMO CABALLERESCO)

Salvo por el hecho de que la fama negativa de los Borgia responde más bien a la xenofobia de los italianos contra una familia española que recogieron los protestantes para justificar su quebrantamiento del orden jurídico internacional (ruptura que les condujo entre otras cosas a naturalizar la piratería como acto comercial) y dejando aparte mi desdén por Orson Welles, a quien estoy lejos de considerar un genio (todo lo más un émulo tardío de las vanguardias europeas, especialmente alemanas) suscribo la frase que ilustra el vídeo de esta entrada (“En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, no hubo más que terror, guerras, matanzas , pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento; en Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, paz y democracia y ¿cuál fue el resultado? El reloj de cuco”). El puritanismo y el dominio gris de los comerciantes que constituyen la base del parlamentarismo liberal capitalista (que, por mucho que insista, no es ni se parece a la democracia) bloquea la creatividad (imponiendo una censura omnipresente a diversos niveles) y conduce a la decadencia moral, cultural y artística.

Es preciso, si queremos sobrevivir, librarnos del liberalismo y todas sus mentiras (incluida la de la igualdad, que es la más nociva de todas. Guste o no hay pueblos que hicieron y expandieron la Civilización y otros que todavía hoy se niegan a aceptarla y parecen incapaces de asimilarla y deben, por lo tanto, ser gobernados).

La moral calvinista del liberalismo capitalista, basada en el puritanismo bíblico y la codicia económica propia de los provincianos burgueses alemanes del XVI que se extendió con el protestantismo permitiendo el auge de clases desprovistas de educación, ayunas del sello glorioso de la caballerosidad medieval (no resulta extraño que los judíos fueran, a la postre, los grandes beneficiados del auge del protestantismo pues jamás se habían visto inmersos en la gloriosa tradición europea y helenística del héroe que devino en la figura del caballero, solo fueron especuladores y usureros y esa conculcación de los valores heroicos les vino como anillo al dedo para expandir sus negocios), es una forma de decadencia acentuada desde la Revolución Francesa y la caída del imperio español.

Y no debemos equivocarnos, la izquierda (incluyendo a progres y wokes) ha heredado ese germen de decadencia y la moral pacata del liberalismo, no olvidemos que Marx era un judío alemán crecido y educado en pleno Romanticismo, movimiento que significó la culminación de la mentalidad calvinista-protestante, y legó a sus émulos y seguidores toda esa moral decadente y puritana de la que todavía hacen gala los marxistas y afines. El anarquismo tiene la misma raíz, ergo la izquierda, incluso en su vertiente supuestamente más revolucionaria, cumple el mismo papel que el liberalismo capitalista: la degradación de la grandeza humana que conduce de cabeza a la decadencia social, moral y cultural.

Tenemos que cambiar de paradigma, retornar a la idea heroica y caballeresca, al paganismo que permite a cualquier ser humano alcanzar la condición de dios si demuestra la grandeza necesaria, al hombre que, manteniendo la ecuanimidad apolínea del nada en exceso, sabe que todo le está permitido y que las grandes acciones limpian por sí mismas las miasmas de los grandes placeres. Es preciso inaugurar la época salvaje de los héroes libertinos que nos conduzcan al nuevo nivel superior de civilización.

Sé que la mayor parte de vosotros no entenderá lo que estoy diciendo. Vivimos todavía entre tinieblas, pero yo confío en el Sol Invicto y en Cronos-Zerván, la luz regresará en forma de relámpago justo antes del alba.

© Fernando Busto de la Vega.

MÁS PAIDEIA, MENOS DOCENCIA

Vivimos en una sociedad decadente que cada vez nos acerca más a una larga época oscura durante la cual la Civilización será aniquilada para siempre por los flujos migratorios y la emergencia de imperios totalitarios cuyos cimientos ideológicos se oponen en todo a dicha Civilización.

Y esto sucede porque hemos perdido el rumbo y ya no sabemos transmitirles los valores adecuados y ser lo debidamente exigentes con las nuevas generaciones (y hemos perdido varias, algunas ya hasta peinan canas) lo cual no cesa de ahondar la decadencia que padecemos y nos destruirá.

Pero hay más.

Vivimos un momento en el que las enfermedades mentales de los adolescentes y jóvenes se han convertido en una plaga (entre otras razones por el impulso perverso de la sociedad liberal-progresista de implementar su totalitarismo ideológico convirtiendo a todos los ciudadanos en pacientes bajo un férreo dogma de “salud mental y social”. Uno puede sublevarse contra sus sacerdotes, contra policías, jueces y militares tiránicos, contra reyes, políticos y banqueros… ¿pero contra su médico y su terapeuta?) y no es por casualidad.

Adolescentes y jóvenes han sido abandonados a su suerte y, lo que es peor, a la rapacidad de ideologías que tratan de imponer los desvaríos de minorías desviadas sobre la totalidad de la sociedad utilizando métodos de terrorismo social y mental. Además, un hecho que muchos considerarán beneficioso ha venido a dejar abandonados a los adolescentes y los jóvenes. El fin de la disciplina es también el fin de la atención y de la seguridad. Lógicamente, un adolescente debe sublevarse contra la autoridad y encontrar su propio camino en la vida, pero la autoridad y la disciplina son una referencia constante y amigable. La disciplina confiere al adolescente la atención que necesita; la autoridad, el rumbo. La pérdida de ambos principios conduce a la deriva de adolescentes y jóvenes. Habrá, pues, que recuperarlas.

Pero, sobre todo, hemos de cambiar el paradigma formativo. Acabar con el adocenado y perjudicial concepto de la docencia liberal-progresista y recuperar el de paideia como formación integral de los jóvenes (y ya por desgracia de los adultos) en una estricta conciencia del mundo al que pertenecen y las obligaciones como ciudadanos que esto conlleva. Hay que educar para la grandeza, no para la sumisión ante oligarquías corruptas, explotadoras y enemigas de la Civilización que deben ser derrocadas y aniquiladas a la mayor brevedad.

Necesitamos una rápida y profunda revolución en Occidente, pero no del signo que suele utilizar esta palabra, sino el simple y puro retorno a encarnar lo que somos y el papel que nos ha reservado la Historia: el de autores, difusores, gestores y defensores de la Civilización.

Muchos de vosotros no estáis en condiciones de entender lo que digo…y ese es un buen síntoma de nuestra decadencia.

© Fernando Busto de la Vega.