
La cobardía y la hipocresía me pueden, no las soporto. Tampoco siento especial interés por los ídolos y productos televisivos. Ni para bien, ni para mal. Pero cuando todos estos factores se convierten en síntomas de una sociedad enferma creo obligado, entre mimosa y mimosa (estos días de fin de año sustituyen en mi vida al café con leche con churros como desayuno), echar un terapéutico cuarto a espadas.
Ya conocemos todo ese revuelo perfectamente provocado y concertado por la mercadotecnia en torno al anzuelo del vestido (y cuanto enseña) de Cristina Pedroche en las campanadas de Nochevieja. Se trata de una acertada campaña de promoción y no deja de ser curiosa y entrañable la inocencia con la que tantos y tantas entran al trapo tomándose en serio lo que no deja de ser una boutade. (Hasta yo estoy dejándome arrastrar a la red, como veis…pero hay que contemporizar y aligerar contenidos en fechas como estas).
No obstante, hablábamos de cobardía e hipocresía, y ahí es donde quería llegar. También se ha puesto de moda, como apoyo a la campaña del vestidito de marras, promocionarla con algún vídeo de esta señora paseándose desnuda por ahí…pero, eso sí: pixelada.
El pixelado se ha convertido, no solo en este caso, en uno de los más repugnantes lugares comunes de la sociedad puritana a la que nos encaminan las grandes multinacionales anglosajonas y el histerismo feminista. La cosa es muy sencilla: ¿no comulgas con el desnudo, te parece indecente, impúdico e inmoral? bien: pues no saques a la gente desnuda. Pero si sacas a gente desnuda, no la pixeles. O en misa o repicando. El quiero y no puedo, la hipocresía y la cobardía (y el retroceso puritano de las costumbres y la censura que nos imponen desde las altas esferas y por completo a espaldas de la realidad social) me producen arcadas y no voy a pasar sin denunciarlos…aunque calmaré mi ira con otra mimosa…soy de buen natural.

He aquí un par de mimosas sin pixelar.
PD.- ¿Os habéis dado cuenta de que hemos vuelto a la ñoñería cutre de los años sesenta? ¿Al refrán aquel de “con Fraga hasta la braga?…¿Al querer y no poder? ¿Al presumir de modernos y aplicar la censura más rancia?…Me río yo del siglo XXI.
© Fernando Busto de la Vega.