
Hay datos que, sin ser secretos, no suelen llegar al gran público quedando recluidos en elitistas círculos de especialistas. Hoy vamos a tratar sobre algunos de estos datos “ocultos” que nos permitirán comprender un poco mejor lo que sucede en Europa.
En 2018 Estados Unidos adoptó una nueva doctrina militar. Sus altos mandos y estrategas comprendieron que su supremacía aérea, marítima y artillera había pasado a la historia. También su superioridad en proyectiles guiados de largo alcance. Rusia y, sobre todo, China les habían alcanzado y amenazaban con desbancarlos en el plazo de un lustro o menos.
Se potenciaron así conceptos como las teorías de compensación, las actividades en la Zona Gris y la guerra multidominio cuyos entresijos sería muy largo detallar aquí.
Diremos tan solo que, como motivo de ese cambio doctrinal, los Estados Unidos introdujeron muchos y numerosos cambios en su organización militar incluyendo un nuevo tipo de despliegue en Europa frente a Rusia y en el Pacífico frente a China.
En 2021 empezó a introducirse en Europa un nuevo sistema de despliegue militar cuya pieza principal, clave, será el llamado Batallón I2CEWS (Información, Inteligencia, Comunicaciones, Guerra Electrónica y Espacio) estando previsto que en 2023 se le uniesen, además, nuevos tipos de misiles (algunos hipersónicos), sistemas avanzados de defensa aérea y drones de combate Gray Eagle. Todo ello, naturalmente, inquietó a Rusia que debía responder de algún modo y cometió el error estratégico de invadir Ucrania. Si el golpe previsto, ya clásico en el desarrollo militar ruso, hubiera tenido éxito, el efecto disuasorio hubiera sido, quizá, definitivo. Pero fracasó abriendo enormes posibilidades a la estrategia estadounidense.
¿Cómo han respondido los Estados Unidos al fallido contragolpe ruso? Pues aplicando su nueva doctrina al pie de la letra. Lo más importante ahora es eludir en la medida de lo posible el enfrentamiento directo con Rusia o China (que podría tener graves derivas nucleares, pero que, en cualquier caso, en el ámbito de la guerra convencional podría evidenciar la actual debilidad americana e incluso conducirle a la derrota), por ese motivo, y según estaba previsto, Estados Unidos ha recurrido a la guerra en la llamada Zona Gris. Hostilidad sin combate directo destinada a asfixiar al enemigo antes de verse obligado a combatir directamente con él. Podemos hablar de una guerra indirecta o una guerra antes de la guerra.
Las medidas de combate en la Zona Gris incluyen sanciones que perjudiquen al enemigo (en este caso Rusia) beneficiando a los Estados Unidos (que va a sustituir a Rusia en el mercado de combustibles europeo con los consiguientes beneficios económicos) y, de paso, debiliten a los aliados sometiéndolos más al dominio de Washington. No olvidemos que las sanciones las estamos pagando ya los europeos con la inflación y la amenaza de desabastecimiento. No serán los civiles estadounidenses quienes sufran y paguen esta guerra, sino los europeos y, a lo mejor, deberíamos empezar a tenerlo en cuenta de cara al futuro.
Otra de las medidas propias de la guerra en la Zona Gris es la utilización de las llamadas milicias proxy, que en este caso es el ejército entero y la total población de Ucrania, que están luchando por su independencia y supervivencia, sí; pero, sobre todo, haciéndole el trabajo sucio al ejército de los Estados Unidos. Ucrania pone los muertos y Estados Unidos obtendrá los beneficios.
La estrategia de Zona Gris de los Estados Unidos, hay que tenerlo en cuenta y repetirlo ad infinitum, se basa en el sacrificio de los ucranianos en primer lugar y de los europeos en segundo…Y se llaman aliados…¿nos conviene ese tipo de guerra? ¿Nos convienen aliados así?…
La tercera estrategia de Zona Gris es el control de la información explicitándose tanto en la propaganda como en las fake news o, simplemente, en la ocultación de información…piense el lector en lo sucedido en Libia ¿Qué sabemos realmente de lo que ha ocurrido u ocurre allí, que se dice en las televisiones o en los periódicos?…¿Qué sabemos realmente de la guerra de Ucrania?
Lo dejaré aquí. He dado ya claves suficientes para la reflexión del lector y para que busque sus propias informaciones.
© Fernando Busto de la Vega