Tag Archives: cleptocracia

FERROVIAL Y LA VERDADERA CARA DE LA OLIGARQUÍA ESPAÑOLA

Se dicen patriotas, pero son corruptos, cleptócratas y traidores a España y al pueblo. Esa es la verdadera cara de la oligarquía que padecemos y se oculta detrás de todos los regímenes del último siglo y medio. Por eso España no puede avanzar y seguirá en permanente decadencia hasta que no se libre de esa oligarquía parasitaria y rapaz que se comporta no como patriotas sino como una élite extractiva y explotadora al servicio de intereses extranjeros al menos desde la imposición de los liberales en 1833.

El último ejemplo de ese comportamiento lo tenemos en Ferrovial, una empresa típica de la estructura social, política, económica (y criminal) de esta España sojuzgada y cautiva que debemos sufrir. Fundada en 1954 por un tipo, Rafael del Pino, integrado en la mafiosa facción triunfadora de la guerra civil (que no fue una guerra nacional, sino social, un zarpazo de la oligarquía para preservar sus prerrogativas e indebidos privilegios frente al pueblo, independientemente de la ideología de este) que utilizó el poder totalitario y represivo adquirido en el Estado para enriquecerse privadamente.

Rafael del Pino, pertenecía a una familia de golpistas cercanos a los Borbones y a las dictaduras establecidas por estos para poder seguir robando a manos llenas al pueblo español, los Milans del Boch, y estaba unido por matrimonio a los Calvo Sotelo, igualmente vinculados a la dictadura borbónica de Primo de Rivera y los manejos cleptocráticos de la oligarquía española.

Todos estos (iba a colocar aquí un epíteto injurioso que todos inferimos, pero prefiero obviar)…hablan de ESPAÑA como si la conociesen y la amasen, pero solo son sátrapas atentos a sus privilegios y mangoneos y prestos a explotar al pueblo y traicionar a la patria a la mínima de cambio.

El ejemplo de Ferrovial, crecida al amparo de la generalizada corrupción institucional de la dictadura franquista que condujo de Alfonso XIII a Juan Carlos I (de Borbón corrupto a Borbón corrupto…y tiro porque me toca) y manejada por “patriotas” y golpistas, beneficiada por las medidas antiespañolas (y neocolonialistas por ultraliberales) del Aznarato, acaba de marcharse a Holanda (enemigo tradicional de España desde el siglo XVI) para seguir robando a su antojo sin asumir las responsabilidades patrióticas y sociales que deberían aceptar al servicio del bien de la comunidad, de España en cuanto nación y no en cuanto provincia puramente extractiva.

Esto demuestra lo que siempre defendemos aquí y en todas partes: es preciso derribar el régimen que padecemos, aniquilar a la oligarquía incapaz y corrupta que controla nuestro destino desde el siglo XIX y reconstruir desde los cimientos una nueva España moderna, patriótica, social y orientada al futuro lejos del yugo colonial y oligárquico. Lástima que seáis un rebaño adocenado y despreciable. Ya no queda nada de lo que fuimos.

© Fernando Busto de la Vega.

LAS BECAS DE AYUSO

La democracia se basa en la igualdad de oportunidades de los ciudadanos. Vulnerar este principio significa atentar directamente contra el concepto mismo de democracia y situarse fuera de sus límites. Quien lo hace no es demócrata ni quiere vivir en una democracia.

Por supuesto, el liberalismo (no digamos ya el neoliberalismo que debemos sufrir desde hace décadas) lleva haciendo precisamente eso, atentar contra el concepto mismo de democracia y de igualdad de oportunidades, desde antes incluso de que cayera el Antiguo Régimen. No debe extrañarnos: la propaganda liberal viene a contarnos la milonga de que parlamentarismo liberal y democracia son la misma cosa, pero es mentira. El liberalismo jamás ha tenido nada que ver con la democracia, ni siquiera con la libertad, sino con los intereses bastardos de las élites, especialmente germánicas y anglosajonas, que pretendían limitar el poder del Estado, de cualquier estado que no controlasen, para poder ejercer su dominio corrupto sobre el pueblo y la nación.

En ese contexto turbio, egoísta, antipatriótico y antidemocrático que representa el pensamiento y la acción del liberalismo (y su nueva y repugnante encarnación, el neoliberalismo) debemos inscribir políticas como la existencia de colegios concertados o de universidades y hasta centros sanitarios privados que ponen en cuestión la igualdad de oportunidades de los ciudadanos otorgando ventajas trileras a las élites dominantes. Por eso podemos afirmar que España no es una verdadera democracia y que se juega en ella con cartas marcadas para favorecer a los vástagos de ciertas clases en detrimento de los de otras.

Insisto: la existencia de la educación o la sanidad privadas y su defensa es política antipatriótica y antidemocrática, lo que sitúa a quienes las defienden en el bando de los tiranos y de los traidores a la patria. Y como tales deben ser perseguidos y castigados…si es que deseamos una nación grande y una democracia verdadera.

Naturalmente no se hace, no existe esa persecución y ese castigo por el hecho en el que debo y quiero insistir: España, sumida en un amañado parlamentarismo liberal, ni es ni está en vías de ser una verdadera democracia y yace sometida por una oligarquía corrupta e ineficaz claramente enemiga del pueblo, de la nación (por mucho que se envuelvan en la bandera) e incompatible con el avance y el fortalecimiento de España.

Así las cosas, la desvergüenza de la oligarquía (estúpidamente sostenida con sus votos por parte de un pueblo sin educación ni perspectiva histórica y política) no cesa de crecer y llega a excesos como el que da origen a esta entrada: que una gobernante regional (apoyada en todo caso por un partido nacional, aunque antiespañol y enemigo del pueblo, ese que llaman PP) se permita utilizar los impuestos de los ciudadanos, en su mayor parte ajenos a la oligarquía, para financiar la educación privada de los hijos de dicha oligarquía, educación no mejor que la de aquellos que acudan a colegios públicos, pero que sí favorecerá sus futuros desarrollos profesionales porque en el laberinto de dominio que han conformado, quien procede de ciertos centros privados siempre contará con mayor acceso a los puestos de responsabilidad que alguien que proceda de los públicos, aunque su capacidad y su formación sea inferior. Es parte de las ventajas que la corrupta cleptocracia española se reserva en abierta contradicción con los intereses de la nación y la justicia democrática.

En una democracia real, la política de becas a ricos con dinero público debería llevar a su promotora, Isabel Díaz Ayuso, directamente a la cárcel y a afrontar un duro juicio (y un durísimo castigo) por traición al pueblo, conspiración contra la democracia y actos contra la nación. Naturalmente su partido debería ser disuelto y sus dirigentes y militantes disciplinados y reeducados en los valores democráticos y patrióticos.

No sucederá por una sencilla razón: no vivimos en una democracia sino en una tiranía disimulada que permite a determinados enemigos de la nación y el pueblo expresar sus políticas antidemocráticas y antiespañolas e incluso llevarlas a cabo.

¿Habrá que recordar aquí a Francisco de Vitoria y el derecho a sublevarse contra la tiranía? Creo que sí. Al menos yo lo haré.

Estaría bien que el lector leyera también esta entrada , esta y quizá esta. Lo dejamos aquí.

© Fernando Busto de la Vega.