EL TRAIDOR AL SERVICIO DE MARRUECOS MUSTAFÁ ABERCHÁN, AL QUE LEJOS DE CASTIGARLE SE LE PERMITE SEGUIR ATENTANDO CONTRA LA INDISCUTIBLE UNIDAD DE ESPAÑA.
Lo decimos una y otra vez en estas páginas: la constitución de 1978 es solo una artimaña de nuestros enemigos y amos anglosajones para conducir a España a su destrucción. No olvidemos nunca que Henry Kissinger afirmaba que una España fuerte es una España peligrosa y que, por lo tanto, desde Washington se hizo y se hace lo posible para mantenernos débiles y enfrentados siempre con la connivencia de unos oligarcas patrios vendidos al capital extranjero y unos políticos instalados en el interés personal y la traición que tarde o temprano deberán ser castigados con la máxima dureza.
En ese sentido el disparate de convertir a Ceuta y Melilla, plazas de soberanía amenazadas desde antiguo por el imperialismo del ilegítimo sultanato alauita de Marruecos, en comunidades autónomas libradas al mecanismo siempre ineficaz y peligroso de un sistema electoral cerrado y pequeño, fácilmente manipulable por lo tanto, no es sino un episodio más en el mecanismo de destrucción y aniquilamiento de España prefabricado por nuestros enemigos yanquis a través del nocivo y tiránico régimen de 1978 que debemos derribar a la mayor brevedad si queremos sobrevivir como nación y pueblo.
Ahora, en las elecciones autonómicas y municipales de 2023, nos venden el subrepticio ataque marroquí contra la soberanía española en Melilla como una simple anécdota de corrupción electoral y se hace lo posible por ocultarla debajo de la alfombra con el culpable colaboracionismo de la prensa. Pero en realidad es un acto de sabotaje y agresividad de Rabat que, como tantos otros, quedará impune. Entre otras razones porque Marruecos cada vez fortalece más su ejército mientras España, dirigida por políticos estúpidos o traidores, se debilita militar, internacional y políticamente poniendo en bandeja a los alauitas no solo las plazas indiscutiblemente españolas del norte de África (cuyo hinterland deberíamos trabajar por ampliar al tiempo que apoyábamos una nueva república rifeña) y las islas y peñones de la zona, sino incluso Cádiz, Málaga, Granada y otras zonas del sur peninsular.
No olvidemos a este respecto que Coalición Por Melilla fue una escisión del PSOE llevada a cabo por los militantes de origen marroquí del partido después de que se cometiera la estupidez estratégica de darles la nacionalidad española y el derecho al voto y responde a una maniobra ofensiva de Marruecos, que trata de aprovechar el disparate de la autonomía y el poder fáctico de los marroquíes infiltrados y con derecho al voto para conquistar la ciudad.
EL GENERAL IRLANDÉS AL SERVICIO DE ESPAÑA JUAN SHERLOCK, QUE DEFENDIÓ EFICAZMENTE MELILLA DE LOS ASALTOS MARROQUÍES EN 1774 Y A QUIEN, SINTOMÁTICAMENTE, NO SE ESTUDIA EN LOS INSTITUTOS.
En 1774 los marroquíes declararon la yihad y asediaron Melilla a pesar del tratado de 1767 y solo pudo salvarse gracias a la eficaz y decidida acción del general irlandés al servicio de España Juan Sherlock. Ahora seguimos bajo asedio y nadie nos garantiza la defensa. Nuestros propios políticos y todo el ilegítimo régimen de 1978 nos han traicionado, trabajan para nuestros enemigos, anglosajones y magrebíes. Estamos perdidos, aunque yo no desespero de ver las cabezas de una larga serie de traidores peninsulares e infiltrados colgadas en la valla de Melilla mirando a Rabat.
Hay que derribar el régimen si queremos salvar a España…¿Pero queremos?¿Queréis o también sois traidores o estúpidos? Un nuevo Guadalete nos acecha. ¡Reaccionad!
Ignoramos nuestra historia entre otras cosas porque el régimen de 1978 (mal definido como democrático) ha ejercido, y ejerce, la censura y la manipulación de la información para situarnos en un escenario ficticio muy alejado de la realidad. Nos mienten y nos ocultan cosas, vaya.
Esta práctica de la censura, la manipulación, la ocultación y la mentira se da en todos, EN TODOS, los ámbitos del régimen desde antes de su comienzo hasta nuestros días y, mientras el ilegítimo régimen de 1978 persista, seguirá dándose. La única vía de verdad y democracia en España es derribar el régimen y, con él, a los Borbones.
Precisamente, uno de los vértices institucionales en el que más se utiliza la ocultación, la manipulación, la censura y la mentira (¿alguien recuerda la implicación del comisario Villarejo en el apuñalamiento de la doctora Pinto en el marco del acoso que sufría a manos de López Madrid, el compiyogui de Letizia?¿Hemos sido debidamente informados, ha abdicado alguien?…pues, eso) es en lo tocante a la Casa Real y al comportamiento de los monarcas que hemos padecido y padecemos.
Es por ello que en España, al igual que la literatura, la historiografía es (o debe ser, al final la gente se agarra a sus cátedras y a sus mamandurrias rindiendo pleitesía al régimen conscientes por otro lado de que nadie financiaría sus estudios ni publicaría sus libros si se salen de la “verdad” acotada por el régimen) revolucionaria y terapéutica. Hay que conocer el tumor para poder extirparlo.
Pues bien, ahora que nuestro egregio emérito, el llamado Juan Carlos I, ha decidido regresar a España para divertirse en las regatas de Sangenjo conviene recordar su primer acto de corrupción y traición a España que, ojo, tuvo lugar incluso antes de ser rey, cuando todavía ejercía de regente a finales de 1975.
Tranquilos, aunque el asunto da para un libro completo, seré conciso y esquemático. Utilizaré para informar sucintamente al lector una cronología y luego, ya, que cada uno haga las indagaciones que desee.
1964.- La Costa del Sol acelera su lanzamiento como destino vacacional de lujo. Muchos aristócratas, singularmente de origen alemán, comienzan a adquirir propiedades y levantar mansiones allí. Se construyen hoteles, Torremolinos y Marbella empiezan a sonar, muchas películas españolas se ambientan propagandísticamente en esos escenarios…El hecho tiene importancia porque uno de los principales promotores de este negocio es Alfonso de Hohenlohe, ahijado de Alfonso XIII, íntimo desde su nacimiento de los Borbones y primo de Sofía de Schleswig-Holtein-Sodenburg-Glückburg, más conocida como Sofía de Grecia o Reina Sofía. Esto hará que Juan Carlos de Borbón pivote desde el principio en torno a este pelotazo urbanístico. Su propio padre, el conde de Barcelona, pasará algunos veranos en Marbella.
1969.- Finalmente, Franco nombra a Juan Carlos de Borbón heredero en la jefatura del Estado. Uno de los primeros viajes oficiales que el futuro rey, ya como príncipe heredero, efectuará será a Marbella y la Costa del Sol, para promocionar el pelotazo urbanístico de Alfonso de Hohenlohe y sus socios.
1973.- 22 de septiembre: Henry Kissinger llega a la Secretaría de Estado de Estados Unidos. Inmediatamente se alía con Marruecos en contra de España por el asunto del Sáhara Español, provincia española que la ONU insiste en considerar colonia tratando de obligar a España a abandonarla.
Aparte de las numerosas riquezas que alberga el territorio (petróleo, fosfatos…) que ambicionan tanto Marruecos como Estados Unidos y de que algunas de sus zonas desérticas podrían ser utilizadas para probar la bomba atómica que España está desarrollando y los Estados Unidos no quieren que tenga, existe un problema geoestratégico. La Unión Soviética quiere establecer un corredor terrestre que una el Mediterráneo con el Atlántico (un eje Argel-Villa Cisneros) que le permita eludir el estrecho de Gibraltar controlado y vigilado por la OTAN, para ello necesita que el Sáhara pase a Argelia o bien que se convierta en una república independiente bajo la órbita de Moscú. Necesita, también, que las Canarias sigan el mismo camino, por eso en Argel el comunista Cubillo funda un movimiento independentista y terrorista que reclama la “africanidad” de las Canarias, el MPAIAC.
Globalmente en el mundo árabe existe un enfrentamiento entre las monarquías tradicionales y conservadoras (Arabia Saudi, Jordania, Marruecos…) en el bando yanqui y las repúblicas baazistas (Egipto, Siria, Argelia, Libia…) bajo control soviético y el conflicto del Sáhara se inscribe dentro de ese enfrentamiento mundial.
Los Estados Unidos dan garantías a España para que comience la explotación de las minas de fosfatos de Bucraa con la condición de que los empréstitos para comprar maquinaria se efectúen a bancos estadounidenses. Es una estafa llevada a cabo conscientemente por Washington. Ya saben que arrebatarán el Sáhara a España y que la explotación de esas minas caerá en sus manos a través de Marruecos. De este modo se encontrarán con una explotación en funcionamiento y los españoles, despojados de su propiedad minera, deberán seguir pagando sus intereses y créditos a los bancos americanos.
20 de diciembre.- El presidente del Gobierno español, almirante Carrero Blanco, que se negaba a ceder ante los Estados Unidos en asuntos claves como el Sáhara o la bomba atómica es asesinado por terroristas de ETA, existe la sospecha que apoyados por la CIA. Le sucede Carlos Arias Navarro.
JUAN CARLOS I CON EL REY SALMAN DE ARABIA SAUDÍ
JUAN CARLOS.- Este año es también el de la Crisis del Petróleo. Como sabemos: los países árabes, que habían sido derrotados por Israel en la Guerra de los Seis Días (1967) volvieron a atacar al país hebreo en 1973 en lo que se llamó la Guerra del Yom Kippur siendo de nuevo derrotados. Enfurecidos y humillados decidieron dejar de vender petróleo a los países occidentales causando una tremenda crisis económica. En ese momento Juan Carlos de Borbón, a través de sus contactos en Marbella disponía de amigos en Arabia Saudí y aprovechó la ocasión para dar un pelotazo. Se presentó ante Franco y le ofreció negociar con ese país el suministro de petróleo. De inmediato viajó a Riad y se entrevistó con el rey Faisal que aseguró que a España jamás le faltaría petróleo, siempre y cuando lo pagase a precio de mercado, que no cesaba de subir a causa de su artificial escasez. Como premio por su gestión Franco le permitió a Juan Carlos de Borbón llevarse una comisión por barril de petróleo que entrase en España, concesión que no cesó durante su reinado y que le enriqueció enormemente.
Ese mismo verano, de la mano de Adnan Khassogi, hijo del médico personal del rey saudí, comisionista y comerciante de armas que acabaría en la cárcel por su implicación en el escándalo Irán-Contras, sus negocios con Imelda Marcos y los trapicheos de Lockheed, tío de Doddi Al-Fayet (el que sería amante de Lady Di) y de Kamal Khassogi (el periodista asesinado por orden de Mohamed Bin Salman en Estambul en 2018), varios príncipes saudíes dejan de veranear en la Costa Azul y empiezan a hacerlo en la Costa del Sol, lo que se traducirá en la construcción de dos grandes mezquitas en Marbella y Madrid desde las que se predicará en España el wahabismo.
Desde ese instante, desde que la concesión del rey Faisal le enriquece y desde que los príncipes saudíes engrandecen la Costa del Sol, Juan Carlos de Borbón queda en manos de Riad y comienza a trabajar para los intereses de Arabia Saudí, la CIA y Marruecos lo que, de facto, le convertirá en un traidor a España incluso antes de reinar.
GASOLINERA CERRADA EN ESTADOS UNIDOS A CAUSA DEL EMBARGO DE PETRÓLEO ÁRABE, 1973
1974.- La guerra del Sáhara se encuentra en su apogeo. Una de las ocultaciones de la historia reciente de España es que existió esta guerra entre 1973 y 1976. No la conocemos, no nos la han contado…pues bien: en ese año el Frente Polisario, organizado y financiado por la Libia de Gadafi, ha comenzado su guerra de guerrillas contra España. Paralelamente, desde el norte, las tropas marroquíes dirigidas por el general Dlimi iniciarán una campaña de incursiones en territorio español que serán sistemáticamente rechazadas por el ejército español. Además, en 1975, se unirá al festival otro grupo terrorista y guerrillero financiado y manejado por la CIA y los servicios secretos marroquíes, el FLUS, que será derrotado por la Legión en las cercanías de El Aaiún.
El nuevo presidente del Gobierno español, Arias Navarro, aleccionado por lo sucedido a su antecesor, Carrero Blanco, hace evolucionar la posición de España con respecto al Sáhara. Está lejos de rendirse a los intereses de Estados Unidos, de Marruecos y de Arabia Saudí. En lugar de ceder, como estos pretenden, el territorio a Marruecos se muestra dispuesto a celebrar un referéndum de independencia que o bien ratificará la pertenencia de la provincia a España (lo más probable) o la convertirá en una república independiente. Eso multiplica los intentos de invasión marroquíes que siguen siendo rechazados por el ejército español sin demasiados problemas.
IMAGEN DE LA MARCHA VERDE, 1975
1975.- 21 de agosto: Kissinger ordena a la CIA comenzar los preparativos de la Marcha Verde. Está consistirá en enviar 300 000 civiles marroquíes al territorio español en el Sáhara por una vía cercana a la costa, donde se encuentran los observadores internacionales y la prensa, mientras que por el interior, las columnas militares de Dlimi, hasta entonces rechazadas por el ejército español en más de un año de guerra, invaden la misma provincia a espaldas de la prensa y los observadores internacionales. Se trata de una ratonera: si España se opone de algún modo al avance de los civiles será vilipendiada en la prensa internacional y la ONU tendrá una excusa para arrebatarle su provincia acusándola de crímenes de guerra y agitando la sempiterna Leyenda Negra. Si no se defiende de las incursiones militares en el interior perderá su territorio igualmente. Esta operación la organizaron la CIA y los servicios secretos marroquíes y, como hemos dicho, la financió Arabia Saudí.
6 de octubre.- Los servicios secretos españoles informan a Franco sobre la inminencia de la Marcha Verde y este envía al ministro secretario del Movimiento, José Solís, a Rabat, para negociar con Hasán II. La jugada, muy al estilo del mundo árabe (haciendo jugar las relaciones personales y los intereses económicos), es muy arriesgada: Solís es el representante de las inversiones de Hasán II en España, ergo trabaja para él a la vez que para el Estado español. No consigue nada. Hasan II no se deja persuadir porque dispone de una jugada ganadora con el apoyo de la CIA y Arabia Saudí.
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU rechaza las pretensiones de Marruecos sobre el Sáhara, pero ni los Estados Unidos, ni Marruecos, ni Arabia Saudí le prestan oídos. Los yanquis solo respetan la legalidad internacional cuando les conviene y, en este caso, con una millonaria estafa en marcha (recordemos las minas de Bucraa y los empréstitos obligatorios ante bancos estadounidenses), deciden ignorarla.
31 de octubre.- Franco es ingresado en el hospital, tiene 83 años y se encuentra en estado terminal, jamás saldrá de nuevo. El príncipe Juan Carlos asume la regencia y ese mismo día convoca un Consejo de Ministros en la Zarzuela. Le dice a Arias Navarro y el resto de los ministros del Gobierno Español que va a tomar las riendas del asunto del Sáhara y que mantendrá firmemente los intereses españoles. Es mentira. En esos mismos momentos su administrador personal, Manuel Prado y Colón de Carvajal, se encuentra en Washington recibiendo instrucciones de Kissinger.
En este punto es preciso recordar que Manuel Prado y Colón de Carvajal acabaría en la cárcel por los desfalcos en los casos Torras, KIO y otros en los que representó los intereses y tejemanejes corruptos del rey a quien no se podía juzgar y a quien la prensa del régimen “democrático” de 1978 defendió ocultando su papel. También es bueno recordar que Diego Prado y Colón de Carvajal, el hermano de Manuel, murió mientras esperaba a ser juzgado por la quiebra fraudulenta del Banco de Descuentos que presidía.
Hay que recordar también que en este momento el secretario general de la Casa del Rey y, por lo tanto, responsable de todos los contactos con Arabia Saudí, la CIA y Marruecos, era el general Armada, más tarde condenado por su participación en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Una vez más, el estatus especial del rey y el silencio cómplice de la prensa evitaría que Juan Carlos I se sentara en un banquillo o sus actos cuestionables llegaran a conocimiento del gran público.
2 de noviembre.- Tres días después de haber asumido la regencia del reino, el todavía príncipe Juan Carlos de Borbón, visita el Sáhara Español y se compromete ante las tropas allí destacadas que, no lo olvidemos, llevaban dos años enfrascadas en una guerra secreta que todavía nos ocultan, que mantendrá las posiciones españolas y que regresará en persona a El Aaiún a dirigir las operaciones militares si estas se agravan. No obstante, ordena desminar la frontera norte del Sáhara y que la Legión se retire hacia el sur permitiendo que las tropas del general Dlimi avancen en territorio español sin encontrar oposición. Además, Hasán II no solo desea el territorio, desea a la población del Sáhara, siguiendo sus indicaciones, se ordena que los saharauis sean concentrados en el barrio de Zemla y retenidos mediante una alambrada.
GENERAL DLIMI
6 de noviembre.- La Marcha Verde, seguida por el ejército marroquí por la costa entra oficialmente en el Sáhara Español, por el interior, sin prensa ni testigos internacionales, el ejército marroquí sigue su avance.
14 de noviembre:- Para sorpresa general, el todavía príncipe Juan Carlos de Borbón (Franco seguía vivo, aunque hospitalizado), ejerciendo su papel de caballo de Troya de los intereses marroquíes y sauditas y traicionando a España y al pueblo español, firma un tratado con Hasán II cediéndole el Sáhara y ordenando que las tropas y ciudadanos españoles lo abandonen de inmediato.
La Legión, contraviniendo sus órdenes y muy consciente de la traición que aquel Tratado de Madrid representa, abre la alambrada de Zemla y permite que los saharauis huyan antes de la llegada del ejército marroquí a El Aaiún, también permiten que los saharauis de la Policía Territorial y las Tropas Nómadas se pasen en masa al Frente Polisario con los Land Rovers y el armamento españoles. Algunos legionarios marchan con ellos. En los años siguientes, el Frente Polisario mantendrá su lucha contra Marruecos y llegará a derrotar a Mauritania gracias a esos vehículos y ese armamento que los saharauis de las tropas españolas se llevaron con ellos al desierto y a la base de Tinduf. Para contrarrestar la movilidad y ventaja táctica que estos les proporcionan, el general Dlimi ideará la sucesión de muros que han sostenido hasta nuestros días los avances marroquíes en el Sáhara Español, ahora denominado Occidental.
De este modo Juan Carlos de Borbón se corrompió con dinero saudí y traicionó a España incluso antes de ser rey. Por ello debería ser ejecutado, pero no: lo tenemos divirtiéndose y comiendo marisco en Galicia como si no pasara nada. Cosas del régimen ilegítimo que padecemos y debemos derrocar a la máxima brevedad.
Lo dijo Kissinger: “Una España fuerte, es peligrosa”. Y todo el futuro diseñado por los Estados Unidos para nuestro país estuvo dirigido desde el llamado Contubernio de Munich en 1962, a dinamitar España convirtiéndola en un estado fallido de obsolescencia programada.
Suena a conspiranoia barata, pero en 1951 la OTAN fundó el Comité Clandestino de Planificación que manejó secretamente los destinos de Europa, y, por consiguiente, de España, hasta acaso nuestros días. Nada se escapa a su diseño secreto y, desde luego, la consigna principal en lo que respecta a España es que jamás sea un país fuerte, por eso el régimen de 1978 se diseñó para autodestruirse y lleva camino de hacerlo.
Bien: en esa tarea las neolenguas que nos han ido introduciendo desde las instituciones y la prensa, imponiéndolas artificialmente sobre la sociedad, resultan uno de los instrumentos más efectivos y peligrosos para la conversión (ya próxima) de España en un estado fallido.
Para aquellos que no lo recuerden o jamás llegasen a aprenderlo, diré que el concepto de neolengua aparece en la novela 1984 que George Orwell publicó en 1949 como crítica de los regímenes totalitarios.
En esta novela la neolengua, implementada por el Ministerio de la Verdad, tenía como función dominar el pensamiento de los miembros del partido único y de la sociedad haciendo inviables otras formas de pensamiento y disidencia, que se consideraban crímenes.
En estos días, el régimen de 1978 que padecemos, nos ha impuesto dos neolenguas cuya función es precisamente esa: la de trazar la ortodoxia, dibujar una supuesta realidad en todo opuesta a la verdad, e impedir la disidencia, que se convierte, a través de los delitos llamados de odio (que penalizan la disidencia de pensamiento y obra) en delito y otorgan una supuesta superioridad moral y una legitimidad indiscutible al poder totalitario que nos conduce, paso a paso, a la condición de estado fallido.
La primera neolengua es de naturaleza geográfico-étnica y viene a poner en cuestión la realidad, unidad, viabilidad y legitimidad de España como nación, como pueblo único y como concepto, trabajando, por lo tanto, para su disgregación territorial seguramente acompañada de enfrentamientos civiles.
El modelo que impuso el régimen de 1978 tendía al federalismo de corte alemán por diversos motivos: porque venía a retomar una vieja (y peligrosa, en la guerra cantonal de 1873 los federalistas pretendieron convertir Cartagena en una estado de los Estados Unidos y solo la rápida conquista del cantón por las tropas unionistas logró impedirlo) corriente federalista del republicanismo y regionalista de la derecha católica (que se estructuró en la CEDA), porque para alejar a los catalanistas de la URRS (con la que ya se habían aliado desde los años veinte) y contentar a los vasquistas que trabajaban para la CIA desde los cuarenta los diseñadores estadounidenses les atrajeron con promesas de autonomía e independencia y porque la Fundación Friederich Ebert, gestionada por el SPD alemán y el sindicato IG-Metall, sostenía y dirigía al PSOE que, con el tiempo, además de regalarle SEAT a Volkswagen, hasta copiaría los uniformes de la policía alemana. Y, en conjunto, esta estructura federal, como ya había demostrado la historia de España, conducía tarde o temprano a la disgregación territorial.
Pues bien, con la excusa de ese modelo autonomista-regionalista-federalista que nunca acabó de definirse en ninguna de sus vertientes (lo que ya de por sí convierte al régimen de 1978 en un fracaso) vino a imponerse la neolengua geográfico-étnica.
Se decía que era para integrar las otras lenguas del Estado español y normalizarlas, pero en realidad se pretendía sembrar la división y debilitar los lazos de unión estimulando una neolengua que atentaba contra el legítimo y necesario monopolio del castellano como lengua vertebradora de la unión nacional y del pueblo. Fue así como las provincias, regiones y localidades pasaron a denominarse en jerigonzas territoriales proclamando que las distintas zonas eran realidades políticas y culturales diferentes, lo que conculcaba la noción de unidad. Luego, esa misma política se extendió a los nombres personales y a la educación hasta el punto de que hoy en día parece casi imposible que los alumnos españoles aprendan en español en muchas zonas de la nación y que los ciudadanos lleven a cabo sus gestiones públicas en la lengua nacional, el español, que es la única que vertebra y garantiza la unidad de España siendo todos los demás dialectos, aparte de inventados y artificiales, puramente disolventes y debilitadores del pueblo, la nación y el Estado que son únicos y deben seguir siéndolo.
Esa es la primera neolengua que el ilegítimo régimen de 1978 impuso en España.
La segunda, igualmente dañina y peligrosa, se está imponiendo en nuestros días. Es esa inmensa estupidez (salvo por sus mefistofélicos efectos disolventes) del lenguaje inclusivo.
En este caso la idea es hacer pasar por normales cosas que no lo son y forjar formas de pensar que proscriban el pensamiento crítico y la disidencia. Curiosamente, y es asunto notable y elocuente, todas las cosas que tratan de imponernos como “normales” y “buenas” tienen como función última atentar contra la viabilidad demográfica, y por lo tanto genética, del pueblo español y la sustitución de los españoles no nacidos por miembros de otras etnias que, en la práctica, lanzan al vertedero de la historia las cualidades y virtudes genéticas y culturales que hicieron de España una potencia civilizadora, llevándola a la aniquilación.
En este punto, además, incorporan otro concepto orwelliano: el facecrime, el “caracrimen”, es decir: un código de comportamiento físico determinado que contribuye a imponer el pensamiento viciado a través del comportamiento social. En la novela un ejemplo de facecrime era dejar asomar una expresión de escepticismo cuando el Partido hablaba de un triunfo o un logro. En nuestro contexto concreto el facecrime abarca desde lo que denominan micromachismos hasta el concepto de supuesto racismo institucional pasando por toda la panoplia de los llamados “delitos de odio” que solo son una forma de penalizar la disidencia e imposibilitar la reacción de la parte sana de la sociedad para evitar la conversión de España en estado fallido.
El totalitarismo nos subyuga a través de las neolenguas y de las leyes impuestas por un régimen ilegítimo y destinado a la autodestrucción…vuelvo aquí a recordar a Francisco de Vitoria.