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LOS YANQUIS EXPULSADOS DE LA LEGIÓN ESPAÑOLA POR COBARDES EN 1921.

Cuando la Legión Española se fundó en 1920, en la Posición A de Ceuta, situada sobre un monte que dominaba el estrecho de Gibraltar, muchos estadounidenses que habían llegado a Europa en 1917 para participar en la I Guerra Mundial se hallaban desmovilizados en Francia sin desear regresar a los Estados Unidos y sin perspectivas viables de ganarse la vida, de modo que muchos de ellos viajaron al África española para alistarse en la nueva unidad pensando que los usos y condiciones de combate en una unidad militar española, por mucho que se tratara de una época ya decadente, iban a asemejarse en algo a las de las unidades anglosajonas. Descubrieron pronto que las tradiciones del Ejército español, todavía en 1920, veintidós años después de haber perdido a manos de los Estados Unidos nuestras últimas provincias ultramarinas (que no colonias), eran infinitamente más duras y exigentes que incluso las de los marines yanquis. No se consiguen héroes con blandura y no existe un soldado español que no deba ser un héroe en potencia.

Para colmo, en julio de 1921 llegó el desastre de Annual.

El general Fernández Silvestre, un héroe sin tacha que se encontraría en los más altos altares de la gloria patria de haber triunfado en esta guerra, y estuvo muy cerca, fracasó en su audaz avance sobre Axdir, en la bahía de Alhucemas, la capital del traidor Abd el Krim. La cosa no hubiera sido del todo preocupante de no volverse la Policía Indígena contra las tropas españolas disparándoles dentro de los blocaos y fortificaciones por la espalda y abriendo las puertas a los enemigos rifeños.

El resultado ya lo sabemos: más de diez mil soldados españoles muertos en apenas tres días, mujeres y niños españoles violados en masa y torturados antes de ser asesinados, a menudo quemados vivos o mediante crucifixión, hombre civiles castrados y asfixiados con sus propios genitales metidos en la garganta, otros clavados en las paredes o degollados. Melilla al alcance del enemigo que ocupó rápidamente el Gurugú dejando aislados, desarmados y sin provisiones a muchos españoles en la posición de Monte Arruit a los que posteriormente asesinaron después de prometerles la vida si se rendían.

Todas las salvajadas sufridas por los civiles españoles entre Axdir y Melilla podían volver a repetirse, esta vez a escala centuplicada, en la ciudad de Melilla. Había que defenderla y no se contaba con tropas adecuadas en la zona. Movilizar las de la península llevaría tiempo. Se recurrió, por lo tanto, a la Legión, que todavía se encontraba en estado embrionario.

Los legionarios llegaron en barco desde Ceuta y desembarcaron a la carrera (ese es el origen de su rápida forma de desfilar: carecían de camiones y atravesaron Melilla a paso rápido para ir al límite con el monte Gurugú) y ocuparon las posiciones más peligrosas en las condiciones más extremas. Defendieron Melilla y a su población civil luchando y muriendo. Esta es la campaña del Blocao de la Muerte, donde el cabo Suceso Terreros y su pelotón marcharon voluntarios para defenderlo sabiendo con certeza que iban a morir allí. Así se luchaba en aquellos días. Sin descanso, sin quejas, sin miedo a la muerte, solo con heroísmo y deseo de servir a España y sus ciudadanos.

Así luchaban…los españoles, pero no los yanquis alistados en la Legión que comenzaron pronto a lloriquear, quejarse y gemir. A hacer llamamientos a la prensa yanqui y a sus diplomáticos diciendo que los españoles los odiaban y deseaban mandarlos a la muerte para vengarse de lo de 1898.

Los yanquis se rajaron, lloraron a sus compatriotas tirando de Leyenda Negra e insultando a quienes les habían dado de comer y aceptado en sus distinguidas filas a pesar de haber sido enemigos hacía menos de un cuarto de siglo.

En 1922 la mayor parte de esos yanquis pudieron abandonar la Legión cerrando las puertas de la misma para sus compatriotas, hasta el día de hoy. Sencillamente, la Legión dejó de admitir estadounidenses en sus filas considerándolos cobardes, ineficaces y problemáticos.

Los yanquis pueden hacer muchas películas propagandísticas de su valor y habilidades militares, pero los cientos que intentaron servir en el Ejército español, están deshonrados. No dieron la talla.

Y es bueno recordar estas cosas de vez en cuando.

© Fernando Busto de la Vega.

MARRUECOS ES EL ENEMIGO (Y LAS CONSECUENCIAS EVIDENTES)

Que Marruecos es el enemigo más directo, amenazante y peligroso para España se olvida muy a menudo en este país y es menester no solo recordarlo, sino poner sobre la mesa las necesarias políticas de rearme militar y concienciación ciudadana (que incluyen la implantación del servicio militar obligatorio para ambos sexos y la restitución de los valores de patriotismo, honor y sacrificio en los programas de estudios, eliminando las monsergas y milongas progresistas) así como los principios básicos de España como nación.

No debemos olvidar que España se forjó en ochocientos años de Reconquista (concepto que ahora determinados “intelectuales” al servicio de ideologías antiespañolas quieren cuestionar y diluir, lo que de facto representa un acto de traición) y que esta política se prolongó a lo largo del siglo XVI con la extensión por el norte de África que, entre otras cosas, dejó encargada como legado político la propia Isabel I de Castilla en su testamento.

Dicha política de control sobre el estrecho de Gibraltar (exitosa después de la batalla del Salado en 1340 y fracasada por culpa de los Borbones después de que Inglaterra ocupara el peñón en 1707, plaza que tarde o temprano será preciso recuperar, y que nadie se engañe: mediante la guerra) y de expansión sobre el norte de África hasta al menos Argel fueron las claves de la grandeza de España más allá del descubrimiento y la conquista de América y el control sobre amplias zonas de Europa. Sin la seguridad en el norte de África España no puede sobrevivir. De ahí la larga guerra contra los turcos y los piratas berberiscos que comenzó en el siglo XVI y se extendió hasta el XIX.

España, si quiere sobrevivir, tiene que ser nacionalista y militarista, ambas cosas con sentido común y con mesura. Pero la mentalidad laxa y pacifista que el ilegítimo régimen de 1978 ha impuesto sobre la sociedad solo conduce a la destrucción de la nación y constituye, por lo tanto, un acto culpable de traición ejecutado por todos los políticos, monarcas y funcionarios del Estado que la han tolerado e implementado.

Recordemos que la política de presencia e influencia en el Magreb, que debemos extender ya al Sahel y al centro de África, fue una realidad y se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX (Guerra del Rif, 1909-1926; Guerra de Ifni, 1958-1959; Guerra del Sáhara, 1973-1975…defensa de las Canarias frente a las ambiciones soviéticas a través de Argelia, hasta 1980…). Solo con el establecimiento del ilegítimo régimen de 1978, impuesto por el imperialismo yanqui, otro de nuestros enemigos, se abandonó dicha política.

La OTAN, y los Estados Unidos tras ella, quieren una España débil y sometida y ello requiere el abandono de nuestra posición predominante en el estrecho y en el Magreb, de ahí las políticas derrotistas y abandonistas que dicho régimen ha adoptado (y que incluyen el abandono de nuestros intereses en Mauritania desde comienzos de los ochenta y en Guinea Ecuatorial desde finales de los setenta) que nos convierten en presa fácil de nuestro enemigo alauita. Ahora tenemos una exministra a sueldo del enemigo (y a quien los servicios secretos españoles no eliminan) clamando por la entrega de las ciudades inequívocamente españolas de Ceuta y Melilla al enemigo marroquí, a un presidente del Gobierno a quien Rabat hackeó el móvil y que ha cedido misteriosa y culpablemente en el asunto del Sáhara veraneando en Marruecos “privadamente”…

Ya hablamos aquí de como Juan Carlos I se vendió vergonzosamente a Arabia Saudí y, por lo tanto a Marruecos, en su momento y el modo en que todos y cada uno de los Gobiernos que hemos padecido han ejercido la dejadez y la traición en este asunto.

Es necesario, más temprano que tarde, derribar al ilegítimo régimen de 1978 y proceder a asumir nuestro papel en el mundo y en la Historia, lo que requiere, por cierto, un aumento de la tasa de natalidad…las ideas y políticas que vayan en contra de ese necesario incremento de la población y su formación moral, nacional y militar adecuada deberán ser barridas sin complejos ni culpabilidades.

© Fernando Busto de la Vega.

LO DE MELILLA

EL TRAIDOR AL SERVICIO DE MARRUECOS MUSTAFÁ ABERCHÁN, AL QUE LEJOS DE CASTIGARLE SE LE PERMITE SEGUIR ATENTANDO CONTRA LA INDISCUTIBLE UNIDAD DE ESPAÑA.

Lo decimos una y otra vez en estas páginas: la constitución de 1978 es solo una artimaña de nuestros enemigos y amos anglosajones para conducir a España a su destrucción. No olvidemos nunca que Henry Kissinger afirmaba que una España fuerte es una España peligrosa y que, por lo tanto, desde Washington se hizo y se hace lo posible para mantenernos débiles y enfrentados siempre con la connivencia de unos oligarcas patrios vendidos al capital extranjero y unos políticos instalados en el interés personal y la traición que tarde o temprano deberán ser castigados con la máxima dureza.

En ese sentido el disparate de convertir a Ceuta y Melilla, plazas de soberanía amenazadas desde antiguo por el imperialismo del ilegítimo sultanato alauita de Marruecos, en comunidades autónomas libradas al mecanismo siempre ineficaz y peligroso de un sistema electoral cerrado y pequeño, fácilmente manipulable por lo tanto, no es sino un episodio más en el mecanismo de destrucción y aniquilamiento de España prefabricado por nuestros enemigos yanquis a través del nocivo y tiránico régimen de 1978 que debemos derribar a la mayor brevedad si queremos sobrevivir como nación y pueblo.

Ahora, en las elecciones autonómicas y municipales de 2023, nos venden el subrepticio ataque marroquí contra la soberanía española en Melilla como una simple anécdota de corrupción electoral y se hace lo posible por ocultarla debajo de la alfombra con el culpable colaboracionismo de la prensa. Pero en realidad es un acto de sabotaje y agresividad de Rabat que, como tantos otros, quedará impune. Entre otras razones porque Marruecos cada vez fortalece más su ejército mientras España, dirigida por políticos estúpidos o traidores, se debilita militar, internacional y políticamente poniendo en bandeja a los alauitas no solo las plazas indiscutiblemente españolas del norte de África (cuyo hinterland deberíamos trabajar por ampliar al tiempo que apoyábamos una nueva república rifeña) y las islas y peñones de la zona, sino incluso Cádiz, Málaga, Granada y otras zonas del sur peninsular.

No olvidemos a este respecto que Coalición Por Melilla fue una escisión del PSOE llevada a cabo por los militantes de origen marroquí del partido después de que se cometiera la estupidez estratégica de darles la nacionalidad española y el derecho al voto y responde a una maniobra ofensiva de Marruecos, que trata de aprovechar el disparate de la autonomía y el poder fáctico de los marroquíes infiltrados y con derecho al voto para conquistar la ciudad.

EL GENERAL IRLANDÉS AL SERVICIO DE ESPAÑA JUAN SHERLOCK, QUE DEFENDIÓ EFICAZMENTE MELILLA DE LOS ASALTOS MARROQUÍES EN 1774 Y A QUIEN, SINTOMÁTICAMENTE, NO SE ESTUDIA EN LOS INSTITUTOS.

En 1774 los marroquíes declararon la yihad y asediaron Melilla a pesar del tratado de 1767 y solo pudo salvarse gracias a la eficaz y decidida acción del general irlandés al servicio de España Juan Sherlock. Ahora seguimos bajo asedio y nadie nos garantiza la defensa. Nuestros propios políticos y todo el ilegítimo régimen de 1978 nos han traicionado, trabajan para nuestros enemigos, anglosajones y magrebíes. Estamos perdidos, aunque yo no desespero de ver las cabezas de una larga serie de traidores peninsulares e infiltrados colgadas en la valla de Melilla mirando a Rabat.

Hay que derribar el régimen si queremos salvar a España…¿Pero queremos?¿Queréis o también sois traidores o estúpidos? Un nuevo Guadalete nos acecha. ¡Reaccionad!

© Fernando Busto de la Vega.

ESPAÑA-MARRUECOS: MÁS QUE FÚTBOL, UN SÍNTOMA

Nunca he sentido la menor afición por el fútbol, ni siquiera he perdido el tiempo en jugarlo jamás, ni aun cuando era la única opción de diversión que podían llegar a admitir mis amigos en el colegio o en la calle. De modo que no he seguido el polémico mundial de Qatar ni me ha producido ninguna emoción la previsible derrota de España.

Pero, una vez que me he visto involucrado en las conversaciones universales sobre tan nimio asunto, he pensado que serviría de buena percha para otro de mucho mayor calado.

Lo sucedido en el campo de juego durante el mundial de Catar (utilizaré aquí la nueva grafía aceptada por la Real Academia) no es solo un hecho deportivo, es un síntoma.

España vive en la autocomplacencia, en el autobombo, inmersa en absurdas guerras culturales que no conducen a ningún sitio salvo a la autodestrucción, en manos de sus enemigos (independentistas, neoliberales al servicio del imperialismo yanqui, rojos al servicio del imperialismo ruso, chino y bolivariano, progres pacifistas que no entienden el mundo en el que viven ni la Historia a la que pertenecen y las obligaciones morales y de supervivencia que ello les acarrea, mafias, corruptos, la sempiterna oligarquía cleptocrática e incompetente encabezada por los Borbones…y solo cito algunos) y convencida de que por su mera ubicación geográfica en Europa es superior…en cambio Marruecos es una tiranía salvaje e imperialista, un cáncer testicular que nos ha crecido desde 1956 en los bajos geoestratégicos, que no vive sino para armarse y destruir España. Nos han arrebatado ya el Sáhara Español y otras provincias africanas, amenazan directamente Ceuta y Melilla, ambicionan Andalucía y las Canarias…y no cesan de armarse, prepararse y hacer crecer su ejército para conseguir sus objetivos mientras nosotros nos abandonamos a la molicie, la estulticia y el pacifismo.

Lo que sucedió en el mundial de Catar con la selección marroquí no fue una casualidad, fue un síntoma, incluso un augurio de lo que nos espera. España, ha muerto. Estamos abocados a una nueva reconquista y con los mimbres de los que disponemos…pintan bastos.

Una última apreciación: hay toda una generación de adolescentes marroquíes y de otras partes del Magreb nacidos y criados en España que he visto arder de júbilo y saltar de emoción con la goleada de España a Costa Rica…la derrota ante Marruecos ha hecho que los perdiéramos, quizá definitivamente. Es un dato, otro síntoma que debería enviar al destierro a los miembros de la fracasada selección española empezando por su entrenador que ha hecho a España mucho más daño que el simplemente deportivo. Pero aquí, en este país de avestruces, no pasa nada. Todos seguimos con la cabeza escondida en el suelo sin querer ver la realidad.

© Fernando Busto de la Vega.

TRUJILLO Y OTRAS MALAS HIERBAS.

María Antonia Trujillo, exministra española, traidora y renegada al servicio de Marruecos.

Cualquier español (o española, tanto monta) que niegue la españolidad de Gibraltar o de Ceuta y Melilla, es un traidor declarado. Cualquier español que se ponga al servicio del islam, del protestantismo y sus derivaciones políticas o de Marruecos es un renegado y ambas categorías tienen un solo destino en una España donde el orden y la grandeza se hayan restaurado: el máximo castigo.

Si ese español o española han detentado, como la renegada y traidora María Antonia Trujillo, pasada, vía catre y corrupción, al servicio de Marruecos, algún cargo ministerial o político, el delito es mayor y el castigo deberá ser, por ende, más riguroso.

Naturalmente, esa traidora y renegada, culpable de atentar directamente contra la integridad territorial y moral de España, no sufrirá ningún castigo en el débil e inmoral régimen liberal impuesto por nuestros enemigos que ahora padecemos, lo cual demuestra con total claridad que debemos cambiarlo a la mayor brevedad y con una profunda revisión de todos sus deleznables principios.

En cualquier caso, tarde o temprano, la renegada y traidora Trujillo deberá pagar sus culpas.

Hasta entonces, y sin olvidar quién la nombró ministra, habrá que meditar muy profundamente sobre las últimas consecuencias de la “Alianza de Civilizaciones” que quería vendernos el progresismo patrio encabezado por el tal Rodríguez Zapatero que anda ahora al servicio del régimen bolivariano y, por ende, ejerciendo también de traidor y renegado.

Por cierto, que esa es una condición muy propia de los cabecillas del PSOE. Recordemos a Largo Caballero vendido a Moscú y tratando de quebrar la unidad territorial española, a Indalecio Prieto y Rodolfo Llopis participando en el Movimiento Europeo y en el Contubernio de Múnich que diseñó la débil España actual, a Felipe González vendido a los alemanes a través de la Fundación Friederich Ebert y aceptando nacionalidades distintas de la española (colombiana, dominicana…), a Rodríguez Zapatero y sus chanchullos con bolivarianos y China…a Sánchez y sus acuerdos con bolivarianos e independentistas…

Quien me sigue lo sabe: siempre he sido partidario de la ilegalización del PP, pero también lo soy de la del PSOE y, desde luego, aspiro a un nuevo régimen que castigue a todos los traidores a España y al pueblo que hemos padecido y seguimos padeciendo. Ni me escondo ni me callo. Aunque me censuren y me persigan, que todo se andará y, creedme, ya se ha andado.

© Fernando Busto de la Vega.